30 ejercicios prácticos para reescribir tu historia con el dinero y expandirte sin culpa

Los 5 pasos para sanar el cuerpo y vivir con abundancia

sanar tu cuerpo para vivir en abundancia linda monroy

Tal vez estás por pasar por una operación o estás atravesando un proceso de salud que te preocupa. Puede que te preguntes cómo vas a hacer para sostener tus ingresos, tu energía, tu paz en medio de todo esto. Si es así, este artículo es para ti. Quiero contarte lo que a mí me funcionó. No como una receta mágica, sino como un camino real, amoroso y posible. Porque sanar el cuerpo también es un acto de abundancia. Y se puede vivir con calma, conciencia y confianza.

Hace 2 años, me diagnosticaron un mioma uterino. No le di importancia hasta este año cuando me di cuenta que estaba afectando mi vida y mi libertad. Las hemorragias cada mes eran muy fuertes y el riesgo de anemia severa ponía en peligro mi vida. A inicios de este año me dijeron que era inevitable operarme. Ya no se podía hacer nada porque el mioma había crecido en una zona donde era difícil quitarlo.

Ese fue el punto de partida de mi proceso de preparación. Pero lo que quiero compartir contigo va más allá de lo médico. De hecho, recuerdo que después de la operación, el ginecólogo me dijo que el mioma era tan grande como un feto de 20 semanas. Para mí no fue extraño, ya que era consciente de la razón por la que había crecido. Por eso, quiero compartir contigo mi historia, para que tu puedas sanar tu cuerpo desde la abundancia, la fe y el amor.

Todo lo que hice se resume en 5 pasos internos y externos que me ayudaron a atravesar mi histerectomía sin estrés, con paz y con confianza en la vida.

1. Reconoce el origen emocional de tu enfermedad

Sanar el cuerpo no empieza en el quirófano. Empieza en tu interior.

Cuando supe que tenía que operarme por un mioma del tamaño de un embarazo de 20 semanas, decidí ir más allá del diagnóstico. Busqué el origen emocional, mental y hasta ancestral de lo que mi cuerpo me estaba mostrando.

Me ayudaron herramientas como la bioneuroemoción, las terapias holísticas, los registros akáshicos. Pero sobre todo, me ayudó hacerme preguntas. Hablar con mi madre. Conocer las historias de mi abuela, mi bisabuela, mi tía. Y descubrí que muchas mujeres de mi linaje habían vivido partos traumáticos, duelos y experiencias traumáticas.

Cuando tomas conciencia del conflicto emocional que hay detrás de una enfermedad, estás dando el primer paso para cortar con un ciclo. Y eso, ya es comenzar a sanar el cuerpo.

2. Haz un cierre simbólico con amor

Si tu operación implica soltar una parte de tu cuerpo (como un órgano), te recomiendo hacer un ritual de despedida. No desde el miedo, sino desde la gratitud.

Yo le escribí una carta a mi útero. Le di las gracias por haber llevado a mis hijos, por haberme dado la posibilidad de ser madre, por su labor cumplida. Hice meditaciones donde hablaba energéticamente con mi linaje femenino. Me conecté con mi abuela, mi madre, mi bisabuela…

Esto puede sonar extraño, pero cuando cierras un ciclo desde el corazón, liberas no solo un órgano, sino memorias que ya no necesitas. Y sí, eso también es sanar el cuerpo.

3. Crea tu colchón de tranquilidad económica

No puedes sanar si vives con miedo a no poder pagar las cuentas. El dinero también es energía. Y cuidar tu paz financiera es una forma de autocuidado.

Meses antes de mi operación, empecé a guardar un porcentaje pequeño de mis ingresos. Lo llamé mi «colchón de tranquilidad». No era para emergencias. Era para mi calma.

Saber que, si pasaba algo, tenía algo reservado, me dio paz. Y esa paz me ayudó a sanar más rápido. Porque el cuerpo necesita descanso, no estrés.

Tú también puedes empezar desde hoy, aunque sea con una cantidad simbólica. No importa el monto. Importa la intención: cuidarte.

4. Confía en algo más grande que tú

El día de la operación sentí miedo, como cualquier persona. Pero me aferré a una frase que me dio mucha paz. Es de Un curso de milagros y dice:

«Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto consiste la paz de Dios.»

La repetía en mi mente mientras me llevaban al quirófano. Me recordaba que mi espíritu está sano. Que lo esencial en mí está a salvo.

Cuando dejas de luchar contra lo que no puedes controlar y te rindes con confianza, el cuerpo responde con gratitud. Sanar el cuerpo también es confiar.

5. Repítete cada día que estás sanando

Ya en casa, empecé a hablarme bonito. A repetirme esta afirmación cada día:

«Cada célula de mi cuerpo funciona de forma perfecta.»

Mientras me aplicaba mis cremas, tomaba mis medicinas o caminaba unos pasos, me lo decía. Me visualizaba sana. Me imaginaba a mis células trabajando con amor.

La paciencia también es medicina. No te apresures. Honra cada día de tu recuperación. Habitar tu cuerpo con amor es una de las formas más hermosas de sanarlo.

Si hoy estás atravesando un proceso de salud, quiero que sepas esto: Tú puedes prepararte con conciencia. Puedes cuidarte con amor. Puedes confiar en tu cuerpo y en tu sabiduría.

Espero que estas cinco claves te sirvan para atravesar tu proceso desde otro lugar. Un lugar donde sanar no es luchar, sino rendirte con confianza a lo que ya está disponible para ti: salud, abundancia y paz.

Si quieres conocer los 5 errores que te impiden vivir en abundancia, te invito a ver un vídeo donde aprenderás como identificar los errores y lo que debes hacer para superarlos

Las 3 razones por las cuales no manifiestas lo que mereces

Te mando un abrazo mágico desde la distancia con el corazón

Linda Monroy 🙂

POST QUE PUEDEN INTERESARTE:

Comparte este post:

LOS ARTÍCULOS MÁS VISTOS